viernes, 16 de agosto de 2013
Capítulo 2
Azelleb, 20:23 de la tarde
Se acercó a la máquina de café de la sala y sacó un cortado. Con aquel pequeño vasito de plástico en su mano caminó hasta la mesa y empezó a observar las fotos que había sobre ella.
- Es realmente espantoso - Murmuró
- Diana - Habló una voz tras ella - Creo que deberías volver a casa, este caso quizás te este superando
- No - Suspiró - Me tomaré este café y me tranquilizaré estoy segura
- Tomar tanto café puede ser malo ¿Sabías?
- David...
El pomo de la puerta giró. Un hombre con cabello alborotado y barba entró a la habitación.
- Acabemos ya con las preguntas - Comentó mientras se sentaba en el asiento - El último chico ya ha llegado, así que háganlo pasar
La chica de cabello rojizo abrió la puerta, hizo un gesto y a continuación un chico de ojos verdes accedió. Se sentó en la pequeña silla al lado del escritorio, moviendo las piernas intranquilo.
- Eres Ángel García Vera ¿Verdad?
- Si
- Bien, pues quiero que sepas que su conversación está siendo grabada.
Asintió.
El hombre regordete empezó a acariciar su barba mientras miraba al joven. Sacó las pequeñas fotos que había guardadas en un plástico sobre la mesa y empezó a esparcirlas por esta.
- ¿Conoce este lugar?
- No - Contestó secamente
- ¿Está seguro?
- Si, jamás he visto ese bosque
- ¿Y estás cadenas?
- No
- ¿Estás cuerdas?
Ángel se quedó callado, atónito. "¿Cómo había llegado eso ahí?" Empezó a morderse las uñas de su mano izquierda, su nerviosismo podía olerse desde el otro lado de la comisaría.
- ¿Reconoce o no reconoce estas cuerdas?
- Son mías - Musitó
David se acercó al chico, formuló las palabras que esperaba escuchar Ángel "Puedes volver a relatarnos qué hiciste aquella noche" Y como de un álbum se tratase su memoria intentó recordar lo sucedido aquella noche.
2 años antes Azelleb (00:30 de la noche)
La discoteca Estrella estaba abarrotada de gente, luces y música. Sus cuerpos se refregaban uno con otros en la pequeña pista de baila, mientras Ángel bebía algo de Vodka en la barra.
- ¿Qué haces aquí tan solo?
- Yo no veo que este solo, hay mucha gente alrededor.
- Ángel...
- Lola...
Lola se giró apoyándose en la barra para tener una mejor visión de la pista de baile.
- Mira - Lo miró - Marta está bailando ¿Por qué no la acompañas?
- Creo que tiene mejor acompañante
- Entonces baila conmigo
- ¿No sé supones que ibas a estar con Iván?
Antes de que acabase de formular la pregunta estaba tirando de sus manos hasta la pista de baile y bailando sensualmente delante de él. Ángel intentaba bailar, pero eso nunca había su fuerte. "Querido, si no estoy con Iván es porque es muy aburrido" y como de la nada estaba agarrada a él "Pensé que seguramente tu fueses mucho más divertido y no me he equivocado" seguidamente lo besó. Sus seductores labios barnizados en rojo lo habían hipnotizado por completo.
- Si no te importa voy a la barra a pedir otro vaso de Vodka
Asintió con una sonrisa pícara.
- Por favor, ¿Me pone otro Vodka?
- Marchando
Mientras esperaba su pedido sus piernas empezaron a moverse, estaba nervioso. "Iván me matará"
- ¿Por qué no estás en la pista de baile?
- Jamás me había alegrado tanto de oír tu voz, Pablo
- Tranquilízate... Haber ¿Qué ha sucedido?
- Lola ¡Qué está loca!
- ¿Qué os ha pasado?
- Me ha besado
- ¿Te ha besado?
- Como lo oyes
- Pero...¿Iván?
- Decía que estaba muy aburrida con él o no se qué y total que no sé como, pero cuando pestañeé me estaba besando
- ¿Y Marta?
- ¡Ohh Dios! Como lo haya visto estoy acabado
- Creo que será mejor que vuelva. Nerea y yo también nos vamos así que te acompañaremos para que no vayas solo.
Azelleb, 20:33 de la tarde
- Y eso fue todo.
- La descripción encaja con la de los otros dos chicos.
- ¿Encaja? - Preguntó Diana sobresaltada
- Sí, encaja - Volvió a repetir
- Pero señor, nos está diciendo que la cuerda con la que la victima tenía atada los pies era suya y se va a ir impugne
- No tenemos nada para pedir una orden
- Tenemos la cuerda ¿Acaso es poco?
- Diana...-Murmuró David - Creo que deberías volver a casa
David cogió su abrigo del perchero y se lo colocó sobre sus hombros. "Vamos te acompañaré hasta tu coche"
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Me encanta. Tu forma de escribir es muy buena.
ResponderEliminarLo malo es lo que te dije antes.
Espero el siguiente, cielo.
Un abrazo.